La increíble historia de los argentinos en el Titanic

argentinos en el titanic 1

Los argentinos estamos en todas partes y el Titanic, no iba a ser la excepción. A partir de la tragedia del sumergible Titán, decidí sumergirme (lol) en los archivos de internet y tratar de encontrar info sobre otros campeones del mundo que hubieran estado en el naufragio. Para mi sorpresa fueron dos y, además, héroes.

El trágico hundimiento del Titanic el 15 de abril de 1912 es un evento que ha fascinado al mundo durante más de un siglo. Conocido como uno de los desastres marítimos más grandes de la historia, este suceso ha sido objeto de numerosas investigaciones, películas y relatos. Pero en medio de esta tragedia, también se encuentran historias de valentía y supervivencia que merecen ser contadas.

https://www.tiktok.com/@sofia_delp/video/7247227678598712603?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_id=7323543299075163681

Edgardo Edward y su fallido viaje a Estados Unidos

Uno de los argentinos en el Titanic fue Edgardo Edward. Edgardo originalmente tenía previsto viajar en el buque Olympic rumbo a Estados Unidos para reencontrarse con su hermano. Pero de última hora cambió su boleto y decidió embarcar en el Titanic. A bordo del barco, Edgardo se convirtió en un ejemplo de generosidad y valentía.

Mientras el Titanic se hundía, él ayudó a otras personas a encontrar botes salvavidas y, en un acto desinteresado, cedió su propio salvavidas a una mujer desconocida. Su sacrificio fue notable, ya que murió en el trágico naufragio.

Violeta Jessop, la «inhundible»

El par de argentinos en el Titanic, lo completa Violeta Jessop. Era enfermera y trabajaba como camarera en el Titanic. Violeta había conseguido un lugar en uno de los botes salvavidas, y su historia se entrelaza con la de un bebé desconocido. Un tripulante colocó al bebé en sus brazos, y ella lo cuidó hasta que fueron rescatados.

Décadas después del naufragio, Violeta recibió una llamada de alguien que afirmaba ser aquel bebé y le expresaba su gratitud por haberle salvado la vida. Este encuentro inesperado dejó una profunda huella en Violeta y es un testimonio conmovedor de la conexión humana que se forjó en medio de la tragedia.

La historia de Violeta Jessop no termina ahí. Antes de su experiencia en el Titanic, Violeta ya había sobrevivido otro naufragio. Como enfermera y tripulante en el buque hermano del Titanic, el Olympic, ella estuvo presente cuando este chocó con una nave de guerra en 1911. Aunque el Olympic no se hundió, sufrió daños considerables.

Llegado 1916, Violeta volvería a sobrevivir a otro naufragio. Esta vez al del Brittanic, un barco hospital en la Primera Guerra Mundial que impactó contra una mina submarina. Violeta se arrojó al mar mientras el buque se prendía fuego.

El libro que lo ¿predijo? todo…

Catorce años antes del hundimiento del Titanic, el escritor Morgan Robertson publicó un libro titulado «El naufragio del Titán». Este libro narraba la historia de un transatlántico de lujo que chocaba contra un iceberg y se hundía en el océano Atlántico. Sorprendentemente, el libro también mencionaba que faltaban botes salvavidas, tal como sucedió en la vida real.

Además, las características del barco ficticio, el Titán, eran notablemente similares a las del Titanic, e incluso ambos barcos zarpaban en el mes de abril. Estas coincidencias han alimentado teorías de conspiración y debates sobre la misteriosa naturaleza del destino. ¿Fue todo simplemente una casualidad? La respuesta sigue siendo motivo de especulación.

Fuera de las conspiraciones, estos argentinos en el Titanic demuestran una vez más, que como especie estamos en todas partes y no hay evento histórico que se nos escape. Un cliché que cada día se hace más real.

Comentarios